Aquella imagen del docente que ingresa al aula y dicta su clase a un conjunto de alumnos que se encuentra sentados en sus respectivas carpetas está cambiando por una simple razón: la constante aparición de nuevas tecnologías.
Una de ellas es el e-learning, que “no es sinónimo de educación a distancia, sino más bien es un sistema de enseñanza-aprendizaje complementario, que permite que un docente o tutor puedan interactuar con los estudiantes por medio de un computador conectado en una red, sin tomar en cuenta la distancia y el tiempo”, aclaró el jefe del Campus Virtual de la Facultad de Ciencias Administrativas de la UNMSM, Willian Aguayo Mucha.
Esta flexibilidad y accesibilidad han hecho que muchos profesionales o estudiantes se involucren con esta tecnología. De ahí el por qué de que numerosas instituciones estatales y, sobre todas, privadas, empleando e-learning, hayan lanzado una serie de cursos, diplomados y hasta maestrías sin restricción alguna.
Entonces surge por sí sola una pregunta: ¿quién asegura la calidad académica virtual?. “Hasta el momento, en nuestro país y en otros, no existe organismo alguno que vigile o asegure una buena enseñanza on line, algo que se requiere con urgencia”.
Esto explica además el debate que existe sobre esta enseñanza. Pues un grupo lo concibe como un curso formal con todas las de la ley; mientras otro la asume como una herramienta que genera permanente formación. El tiempo dirá que sector tuvo razón.
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